¿Por qué me cuesta tanto cambiar mis hábitos con el dinero?
Esta es la pregunta que más escuchamos. Cambiar patrones financieros profundamente arraigados no es una cuestión de fuerza de voluntad únicamente. Nuestro cerebro está programado para mantener comportamientos familiares, incluso cuando sabemos que no nos benefician.
- 1 Identifica el patrón exacto que quieres cambiar. Por ejemplo: "Compro cosas innecesarias cuando me siento estresado"
- 2 Encuentra el disparador emocional. ¿Qué sientes justo antes de tomar esa decisión financiera?
- 3 Diseña una respuesta alternativa. Cuando aparezca ese sentimiento, ejecuta una acción diferente
- 4 Practica el nuevo comportamiento durante 21 días consecutivos para crear una nueva ruta neuronal
- 5 Celebra pequeños logros. Tu cerebro necesita refuerzo positivo para mantener el cambio